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Visitas en el hospital tras el parto, cómo gestionarlas

Si te planteas cómo gestionar las visitas en el hospital tras el parto a continuación encontrarás algunos consejos.

Visitas en el hospital tras el parto

Un parto siempre es doloroso y si ha sido cesárea aún más. Las primeras horas de vida de tu bebé no serán fáciles para ti.

Es por eso que aunque quieras mucho a tu familia y a tus amigos, quizás prefieras unas horas de intimidad con tu pareja y el nuevo miembro de tu familia.

A continuación, te explicamos algunos trucos y consejos para gestionar las visitas en el hospital tras el parto.

¿Son necesarias las visitas en el hospital tras el parto?

Tras el parto por fin tendrás a tu pequeño contigo y las emociones estarán a flor de piel. Alegría, dudas, entusiasmo, miedo, amor, se mezclarán en un volcán de emociones incrementadas por las hormonas. 

Además estarás dolorida y agotada, en algunos casos hasta exhausta si has tenido un parto especialmente largo. Tu cuerpo sudará, sangrará y sentirás los aún dolorosos entuertos mientras tu útero poco a poco se contrae.

Si has tenido una cesárea aún pasarán unas horas hasta que puedas ponerte en pie.Las primeras horas tras el parto lo más probable es que quieras descansar, dormir un poco o pegarte una ducha tranquila. 

Si quieres hacer lactancia materna es importante que el bebé pueda agarrarse a tu pecho durante las primeras horas de vida. A veces el inicio de la lactancia también puede ser un poco complicado por la falta de experiencia, el encontrar una posición cómoda, asegurarte que el bebé tenga un buen agarre.

Todo esto es probable que lo quieras hacer en la intimidad, sin tener a tíos, primos, suegros, abuelos o vecinos opinando y dándote consejos sobre cómo cuidar y criar a un bebé.

Las visitas pueden esperar, tarde o temprano conocerán a tu bebé, no hay ninguna prisa. Todas estas cosas puedes comenzar a planteártelas cuando rellenes el plan de parto y pienses en el después.

Consejos para gestionar las visitas en el hospital tras el parto

Primero de todo debes decidir si quieres recibir visitas en el hospital o no. Si tu familia y amigos te quieren no debería haber ningún problema en que respeten tus deseos. Podéis dejar las visitas para cuando estéis en casa si así lo prefieres. Si no deseas visitas puedes avisarles con antelación con un mensaje sencillo y contundente.

“Por favor, no queremos visitas en el hospital tras el parto. Los primeros momentos con nuestro pequeño los queremos pasar en la intimidad. Os avisaremos cuando estemos listos para presentároslo”.

Si crees que te sentirás cómoda con las visitas, puedes gestionarlas para asegurarte que todos os sintáis cómodos. 

  • Piensa quién quieres que venga y quien no

Plantearse a quién te gustaría recibir de visita en el hospital tras el parto te permite avisarles de tus deseos antes de que llegue el momento. Si temes que venga alguien que no deseas ver, también puedes avisar con tiempo que preferís dejar las visitas para más adelante.

  • Acuerda un horario de visitas

Como ya te hemos comentado quizás las primeras horas quieras estar a solas con el bebé y tu pareja, dormir, descansar, ducharte, comenzar la lactancia tranquilamente, conocer a tu pequeñín… 

Puedes pedir, si así lo deseas, que no venga nadie de visita tras por ejemplo las primeras 12 horas del parto. Transcurrido este tiempo puedes acordar que vengan familiares cercanos como padres y suegros o con quien tú te sientas cómoda.

Es buena idea avisarles con tiempo que no sabes cómo te sentirás después del parto y que si estás muy agotada igual les comunicas que deseas posponer la visita.

Por supuesto, si cuando vengan te sientes sobrepasada puedes agradecerles la visita y decirles con cariño que vengan más tarde que queréis descansar un rato más a solas. No te preocupes, tienen toda una vida para conocer a tu hijo, no viene de unas horas.

  • Le tocará a tu pareja gestionar las visitas

Como reciente mamá estarás cansada y tendrás otras preocupaciones. Así que lo esperable es que sea tu pareja la persona encargada de gestionar las visitas.

Lo ideal es que sea tu pareja quien diga cuándo no es un buen momento para estar allí, o avise de que necesitas dormir un rato. Asegurándose que las visitas sean cortas, porque no hace falta pasar el día o la tarde en la habitación del hospital. Procurando también que no haya demasiada gente dentro de la habitación y que haya tranquilidad suficiente para que se respete el descanso del bebé.

Recuerda que el papel del padre en la lactancia materna también puede ser fundamental.

  • Decidid en qué momentos queréis intimidad

Sobretodo si es vuestro primer hijo quizás queráis practicar y aprender solos a cambiar el pañal o a bañar al bebé por primera vez. Puede ser muy incómodo tener testigos y jaleo a tu alrededor cuando aún estás cogiendo práctica. 

Si optas por lactancia maternal, quizás las primeras horas aún no te sientas cómoda mostrando el pecho a familiares y amigos.

Así que lo ideal es que la pareja habléis y decidáis con calma antes del parto qué momentos necesitaréis y pediréis intimidad. 

Trucos para mantener a raya a las visitas 

  • Para que nadie se presente antes de tiempo, no avises de que el parto ha empezado. Ya habrá tiempo de avisar que ha nacido, éste es vuestro momento íntimo.
  • Si no quieres recibir llamadas inesperadas: apaga el móvil. Aunque hoy en día la mayoría de personas te felicitaran por whatsapp, es perfecto porque podrás leer los mensajes y contestar cuando quieras.
  • Podéis acordar previamente una señal entre tú y tu pareja. Así puedes hacerle saber que alguien te está agobiando, o que deseas estar sola y así tu pareja pueda encargarse de ello.
  • Si tus suegros, tus padres o algún familiar se te están haciendo muy pesados, tu pareja puede sugerirles ir a tomar un café con él a la cafetería del hospital. O les puede pedir que vayan a comprar algo muy urgente para el bebé. O directamente invitarles a que vuelvan más tarde.
  • Pide que cuando alguien vaya a visitarte que te llame antes. Así estáis preparados cuando vayan a llegar.

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