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Riesgos al bañar a un bebé o niño

Muchas familias cometen errores que son muy comunes. Existen muchos riesgos al bañar a un bebé.

riesgos al bañar a un bebe o niñoEn general, bañarse es uno de los momentos que más disfrutan los niños pequeños o bebés. Existen muchos riesgos al bañar a un bebé, y es normal cometer ciertos errores, sobre todo al principio. Incluso también a medida que crecen nos confiamos y debemos seguir tomando ciertas precauciones.

Básicamente, los accidentes que ocurren durante el baño disminuyen de forma notable cuando algún adulto está pendiente del bebé todo el rato. Sin embargo, existen errores que ponen en peligro la vida y seguridad de los niños.

Te hablamos de algunos de los riesgos al bañar a un bebé que deberías evitar por la seguridad de tu hijo.

Riesgos al bañar a un bebé o niño

  1. El baño sin supervisión

Cuando el bebé es recién nacido el baño siempre es supervisado, básicamente porque el pequeño es incapaz de mantenerse incorporado y necesita si o si la intervención de un adulto.

Uno de los errores más comunes se comente cuando el bebé comienza a mostrarse más independiente. Muchos adultos pueden considerar que pueden perder de vista a su pequeño durante uno o varios minutos, y esto no debería ser así. 

Aunque el niño tenga ya seis meses, uno o dos años y sea capaz de mantenerse sentado o caminar por sí solo nunca debemos dejar de supervisar el baño. Un accidente como resbalarse y golpearse la cabeza ocurre en unos pocos segundos y las consecuencias pueden terribles.

Evita también utilizar teléfonos móviles, tablets o cualquier cosa que pueda distraer tu atención del hecho de bañar al niño.

  1. Asientos o anillos de baño

Muchas familias colocan a los bebés en asientos o anillos de baño. Son objetos útiles para asegurarse que el bebé se mantiene sentado, pero también son más peligrosos de lo que creemos y pueden incrementar los riesgos al bañar al bebé, provocando ahogamientos si no estamos atentos. 

La mayoría de asientos cuentan con ventosas para quedar adheridos al fondo de la bañera. Estas ventosas pueden dejar de funcionar o desengancharse sin previo aviso durante el baño, provocando que el niño caiga y quede atrapado bajo el agua.

Antes de cada baño asegúrate siempre de que las ventosas mantengan el agarre firme y, sobretodo, nunca dejes a tu hijo solo aunque esté sentado en un asiento o anillo de baño.

  1. Bañera demasiado llena

Es posible que creas que llenando la bañera a tope de agua, el bebé o el niño estará más calentito y protegido del frío. Llenar demasiado la bañera es un riesgo a la hora de bañar a un bebé ya que aumentamos el riesgo de ahogamiento.

Cuanta más agua haya en la bañera menos estabilidad tendrán los pequeños, y pueden volcar acabando debajo del agua con mayor facilidad.

El nivel de agua que se recomienda para bebés muy pequeños es de unos 5 cms de agua. En caso de niños pequeños, lo ideal es que el nivel del agua esté a unos 10 – 15 cms, es decir, llenar la bañera solo hasta la mitad.

  1. Temperatura del agua

Recuerda comprobar la temperatura del agua antes de bañar al bebé o niño, ya que sino podría estar o muy fría o demasiado caliente. La piel de los bebés y de los niños es mucho más sensible al calor y al frío que la de los adultos. 

Debes tener cuidado con la temperatura del agua y asegurarte que de que ésta se encuentre sobre los 36,5 y los 37ºC.

Realmente no es necesario tener un termómetro a mano todo el tiempo, basta con meter la muñeca o el codo dentro del agua para notar si tiene una temperatura agradable.

Lo ideal es que el baño o la habitación donde bañas al bebé o niño se encuentre a una temperatura de entre 20 y 25 grados para evitar cambios bruscos de temperatura.

  1. No estar preparado

Cuando los bebés son muy pequeños solemos tenerlo todo en cuenta a la hora del baño. Pero lo cierto es que a medida que el niño crece muchas veces olvidamos tenerlo todo preparado. 

Procura tener todo listo antes de comenzar el baño: toalla para secar al pequeño, juguetes a mano, el jabón, la esponja, etc… De esta forma te aseguras no tener que salir del baño a medio bañar al pequeño para buscar lo que te falte, y de esta forma no dejarás al niño bajo supervisión en ningún momento.

  1. Demasiados productos químicos

Utilizar demasiados productos de higiene como jabón, champú, cremas, colonias, talco, etc es un riesgo añadido a la hora del baño. 

Recuerda que la piel de los bebés es mucho más sensible que la de los adultos y tantos productos químicos puede alterar el ph de la piel e incluso producir alergias. Usa siempre jabón neutro para evitar esto. 

Además, tampoco es necesario bañar al bebé cada día. Tal y como te explicamos en nuestro artículo cada cuánto bañar al bebé lo ideal es hacerlo unas dos o tres veces a la semana para mantener protegida su piel.

  1. Baños demasiado largos

Otra forma de proteger la piel sensible de tu bebé es evitando los baños demasiado largos. Aunque al bebé le encante el agua y se lo pase muy bien, los dermatólogos recomiendan que el baño dure un máximo de 10 minutos. Así evitamos que la piel se reseque demasiado y también evitamos la hipertemia (alteración de la temperatura interior del bebé) cuando el agua se enfríe con el paso de los minutos.  

 

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