
Hoy en día, pocos dudan de la importancia y lo beneficiosa que es la lactancia materna para un bebé. Pero a pesar de considerarse algo normal en el caso de bebés pequeños existe una barrera invisible alrededor del año de vida del bebé, en la cual “ya es muy mayor para tomar teta”. La lactancia materna prolongada, aquella que dura más de un año, está rodeada de ciertos tabúes en nuestra sociedad.
Las madres suelen comenzar a escuchar esta frase en boca de familiares, amigos e incluso, lo que es peor, de ciertos profesionales sanitarios. Aseguran que dar el pecho más allá de X meses (cada uno dirá una cifra distinta) va a crear muchos problemas en el desarrollo del bebé. Pero, ¿qué hay de cierto en ello?
¿Es problemática la lactancia materna prolongada?
Existe la creencia de que la lactancia materna creará dependencia, problemas emocionales, caries, malnutrición, traumas y demás catástrofes en los niños más allá del año.
Estas ideas alrededor de la lactancia materna están basadas en ideas infundadas y prejuicios. Algunas incluso están basadas en opiniones personales y teorías no constatadas.
Haciendo revisión de literatura científica existente no se han constatado riesgos físicos ni psicológicos en niños que tomen pecho más allá de los 3 años e incluso más mayores.
La mal llamada lactancia prolongada debería llamarse únicamente lactancia, pues prolongar significa alargar más de lo necesario.
Como ya hemos hablado en muchos de nuestros artículos, las principales asociaciones científicas indican que la lactancia (preferiblemente materna) debería ser el único alimento hasta los 6 meses de edad del bebé. A partir de esa edad sería el inicio de la alimentación complementaria, es decir, complementar la lactancia con otros alimentos hasta los 12 meses de edad.
Las principales asociaciones científicas indican que es recomendable la lactancia materna al menos hasta los 2 años del niño, y mantenerla todo el tiempo que madre o hijo deseen más allá de esa edad.
Algunas de las sociedades científicas que están a favor de estas recomendaciones son:
- Organización Mundial de la Salud (OMS)
- Asociación Española de Pediatría (AEP)
- American Academy of Pediatrics (AAP)
- UNICEF
- American Public Health Association (APHA)
Entre otras asociaciones de distintos países.
¿Cuándo finaliza la lactancia materna?
Ninguna de estas sociedades que hemos mencionado anteriormente establece una fecha límite para poner fin a la lactancia. Ni tampoco mencionan la existencia de ningún problema por mantenerla hasta que madre e hijo quieran.
A lo largo de los siglos la lactancia materna ha sido lo más habitual hasta bien entrados los 2 y 3 años de edad. Fue a inicios del siglo pasado a raíz de la aparición y extensión de la leche de fórmula, así como de los grandes cambios sociales en los países occidentales que propició el destete prematuro en los bebés de pocos meses de forma generalizada.
Una de las principales causas del destete es la vuelta al trabajo de mamá. No resulta fácil conciliar trabajo y lactancia materna.
En principio, la lactancia materna debería finalizar cuando uno de los dos interesados así lo decida. Es decir, cuando lo decidan o bien la madre o bien el hijo.
Beneficios de la lactancia materna prolongada
A pesar de la creencia extendida de que mantener la lactancia más allá de cierta edad puede hacer que los niños se vuelvan más dependientes, en realidad se ha visto que es todo lo contrario.
Se ha observado que aquellos niños que mantienen la lactancia materna durante varios años son más seguros de sí mismos y desarrollan buenas habilidades sociales.
La lactancia más allá del año tiene beneficios a nivel cognitivo, emocional y relacional.
Según el Comité de Lactancia de la AEP (Asociación Española de Pediatría) los beneficios psicológicos que tiene la lactancia más allá del año son:
- Mejor desarrollo emocional y psicosocial del niño.
- Mayor desarrollo intelectual
- Menos problemas de ajuste social
- Mejor percepción de la relación de apego con los padres durante la adolescencia
- Cuanto má dura la lactancia menos incidencia de maltrato infantil
- Mejor salud mental una vez adultos
- Mayor percepción de cuidado
También existen beneficios a nivel físico y fisiológico como son:
- Menor tasa de infecciones
- Beneficios inmunológicos
- Menor incidencia de leucemia a largo plazo
- Menores enfermedades metabólicas o autoinmunes a largo plazo
- Menor tasa de obesidad durante la niñez y de adultos
Ahora bien, tal y como señala la AEP si que es cierto que existe un problema claro relacionado con la lactancia materna prolongada y es el rechazo social y profesional por prejuicios o desconocimiento de la evidencia científica actual.
Este rechazo hace que muchas madres escondan el hecho de que siguen amamantando a sus hijos y lo hagan exclusivamente en la intimidad para no ser juzgadas.