Es posible que mientras estabais en el hospital alguna enfermera os enseñara cómo envolver al bebé con una mantita o muselina alrededor del cuerpo.
Envolver al bebé para dormir es una práctica bastante habitual, y además bastante eficaz. Con una manta ajustada alrededor del cuerpo el bebé puede sentirse como en el seno materno, y eso lo puede ayudar a tranquilizarse. Es una buena forma de tranquilizar al bebé y ayudarlo a promover el sueño.
Si nunca has envuelto a tu bebé y quieres probar de hacer, primero debes seguir algunas pautas para asegurar que lo estás haciendo con seguridad y sin correr ningún riesgo.
Beneficios de envolver al bebé para dormir
Hay muchos bebés que no quieren dormir en su cuna, esta es una buena forma de relajarlos. La principal ventaja de envolver a los bebés es que de esta forma lloran menos y duermen más.
Básicamente sucede esto porque al estar tapado hasta el cuello recibe menos estímulos externos, le recuerda al seno materno y le permite estar mucho más tranquilo.
Dentro del arrullo el bebé mantiene una temperatura constante, similar a cuando estaba dentro del útero. De esta forma se siente mucho más seguro, no llora tan a menudo, se duerme con más facilidad y no se despierta tanto.
Precauciones al envolver al bebé para dormir
Debemos tener en cuenta que existen ciertos riesgos en esta práctica, y para reducirlos debemos tomar ciertas precauciones a la hora de envolver el bebé.
Colocar al bebé siempre sobre la espalda
Es importante saber que para reducir el riesgo del síndrome de muerte súbita del lactante, es muy importante que se coloque al bebé boca arriba para dormir, es decir, sobre su espalda. De esta forma se reduce el riesgo de muerte súbita.
En caso de envolver al bebé para dormir, aún es más importante mantener la posición boca arriba. Hay estudios que han revelado que dormir boca abajo, y además, estar envuelto en una manta, existe un riesgo aún más elevado de muerte súbita. Y no solo de muerte súbita, sino también de asfixia. Por lo que recuerda, siempre boca arriba.
Cuando no envolver al bebé
Como ya hemos comentado, uno de los riesgos de dormir boca abajo es la asfixia. Alrededor de los 2 meses de edad lo bebés comienzan a darse la vuelta por sí solos. Por ese motivo debes dejar de envolver al bebé antes de que llegue a los 2 meses, aunque aún no se haya volteado nunca solo y lo coloques siempre sobre su espalda para dormir. Porque es posible que se intente girar o lo haga accidentalmente.
Riesgo de muerte súbita
A pesar de que el bebé envuelto esté durmiendo boca arriba, sigue habiendo un pequeño riesgo de muerte súbita. Envolver a los bebés los hace dormir por más tiempo y es más difícil que se despierten. Doctores aseguran que disminuir su habilidad para despertarse puede ser un problema asociado con la muerte súbita.
No apretar las caderas
Al envolver al bebé para dormir asegúrate de no hacerlo de forma muy apretada. Existen estudios que revelan que envolver las piernas en una postura muy enderezada está asociado con problemas de cadera como la displasia o la dislocación de cadera, entre otros.
Es por eso que si envuelves al bebé con una manta, asegúrate de no apretarlo mucho para que pueda flexionar y estirar las piernas.