Hoy en día, pocos dudan de la importancia y lo beneficiosa que es la lactancia materna para un bebé. Pero a pesar de considerarse algo normal en el caso de bebés pequeños existe una barrera invisible alrededor del año de vida del bebé, en la cual “ya es muy mayor para tomar teta”. La lactancia materna prolongada, aquella que dura más de un año, está rodeada de ciertos tabúes en nuestra sociedad.
Las madres suelen comenzar a escuchar esta frase en boca de familiares, amigos e incluso, lo que es peor, de ciertos profesionales sanitarios. Aseguran que dar el pecho más allá de X meses (cada uno dirá una cifra distinta) va a crear muchos problemas en el desarrollo del bebé. Pero, ¿qué hay de cierto en ello?